Carpa Roja Lunaica: 8 de agosto: Día internacional del orgasmo femenino

El 8 de agosto se celebra el día internacional del orgasmo femenino. ¿Por qué debemos celebrar esto? ¡Por muchas y maravillosas razones! Antes de enumerarlas, me gustaría recordarles, queridos lectores, que un alto porcentaje de las mujeres del mundo tiene problemas sexuales, aproximadamente el 60%.

"Día del orgasmo femenino" Alterna

De entre ese porcentaje de mujeres, algunas experimentan: falta de deseo, no sienten placer al tener relaciones sexuales, dolor durante la penetración vaginal, problemas para exitarse, no logran tener un orgasmo. A menos que exista un problema físico que verdaderamente impida que una mujer disfrute su vida sexual, cada uno de estos problemas tienen en común una cosa que a mi punto de vista es la más importante: falta de auto-conocimiento. La pregunta clave aquí es ¿por qué una mujer NO se conoce?

Veamos. Ella vive en su propio cuerpo. Todos los días se ve al espejo y se reconoce en ese reflejo. Sabe de qué color sos sus ojos, la forma de éstos, qué colores le gustan más para maquillarse. Sabe qué número de zapato usar. Todos los días se alimenta. Decide qué comer. Sabe qué alimentos no le gustan o qué alimentos le caen mal. Decide qué ropa usar ese día. Sin embargo, a pesar de saber esto y muchas otras cosas que involucran su cuerpo, hay mujeres que no conocen ni su vulva ni su vagina. Hay mujeres que nunca han tomado un espejo y se han mirado ahí, abajo del calzón. No saben de qué color son sus labios mayores ni menores. No saben cómo es su clítoris (o siquiera si tienen clítoris). No saben cuántas partes conforman su vulva. Incluso confunden vulva con vagina. ¿Por qué una mujer no conoce esta parte de su cuerpo que le puede otorgar placer, empoderamiento y salud?

Pensemos en esa mujer cuando era niña. Una tarde, se dio cuenta de que si frotaba su vulva sentía una especie de cosquillas que se expandían desde ahí hasta sus extremidades. Alguien (su mamá, su papá, a abuelita... alguien) le descubre tocándose y le dice que eso es sucio, que está mal, que "Dios" la está viendo y que es pecado, que se va a ir al infierno, que las niñas bonitas y "decentes" no hacen eso. Le pega unos manazos y la deja espantada ahí con las emociones confundidas por haber descubierto algo que le daba placer y haber sido regañada por ello. Esa niña aprendió: 1. que está mal sentir placer, 2. que darse placer está mal también, 3. que sentir rico es pecado y Dios castiga por sentir rico. Esa niña, jamás se vuelve a tocar. Cuando llega el momento de tener relaciones por primera vez, no sabe por qué no sintió rico si todos "dicen" que eso es lo que se siente y piensa que ella no funciona, que ella es parte de ese terrible porcentaje que no logra el orgasmo, que así son la relaciones sexuales: parcas, rápidas, a veces dolorosas, secas... (porque bueno, a los hombres tampoco les enseñan cómo tener sexo placentero, pero de eso no voy a hablar aquí). Si a esa niña se le hubiera hablado de la sexualidad con toda naturalidad, enseñándole cómo está formada su vulva y su vagina, si le hubieran dicho que hay partes de esa vulva cuyo fin único es dar placer y que no estaba mal que ella aprendiera a cómo tocarlos, a cómo disfrutar, otro gallo le cantara.

La vulva y sus partes

Lamentablemente, en esta historia se reconocen muchas de las mujeres que viven en el mundo, tal vez en fragmentos de la historia, tal vez en toda pero nos suena muuuy familiar a todas. No sabemos cómo funciona nuestro cuerpo, no lo conocemos y en consecuencia no sabemos disfrutar del placer sexual.

¿Qué tiene que ver esta historia y el festejo del día del orgasmo femenino? ¡Mucho! Cuando te conoces, sabes qué, cómo, cuándo, cómo sientes placer. Cuando una mujer se conoce, sabe en qué momento de la relación sexual tocar, besar, masajear esas partes de su cuerpo que le otorgan placer, que le otorgan el tan deseado orgasmo. Cuando una mujer se toca, se masturba, se hace el amor a ella misma, practica el auto-cultivo del amor, entonces aprende, conoce y se apodera de su placer y su poder. Mientras más mujeres descubran la delicia que está ahí, resguardada entre sus piernas, serán más la mujeres que podrán compartir su conocimiento con las mujeres de su vida: sus hijas, sus sobrinas, sus hermanas, sus amigas. Mientras más mujeres se empoderen re-descubriendo su cuerpo y su capacidad de gozar, más mujeres sanarán su sexualidad y serán capaces de ayudar a otras mujeres a empoderarse. Mientras más se conoce una mujer, con más bases y amor podrá decidir qué le gusta y qué no en una relación sexual. Mientras más se conozca una mujer, será más capaz de elegir a su pareja e incluso podrá enseñarle cómo tocarla, cómo hacerle el amor. Esto es como en los círculos de mujeres: donde sana una, sanan todas.

"Mi ojo de abajo" Loreto Contreras

Pues bien, quiero terminar esta entrada gozosa, enumerando más razones por las que hay que festejar el orgasmo femenino:

1. El orgasmo relaja los músculos del cuerpo aliviando el estrés y la tensión.
2. El orgasmo provoca la liberación de oxitocina. La oxitocina es la llamada la hormona del amor cuya función es estimulante. Actúa en el cerebro, la médula espinal, el hipotálamo y el tallo cerebral, entre otros. Es la responsable del buen humos, la risa, la circulación del esperma y la contracción de los músculos de la pelvis femenina. La oxitocina dispara la liberación de endorfinas y encefalinas creando una sensación de bienestar.
3. El orgasmo alivia los dolores menstruales ya que al masturbarse se genera oxitocina, endorfina y encefalina que provocan que los músculos vaginales se contraigan ayudando a que la sangre fluya mejor y otorgando bienestar y sensación analgésica.
4. El orgasmo ayuda a dormir, debido a la liberación de la tensión y el estrés.
5. El orgasmo te ayuda a conocer tu cuerpo a tal grado que puedes lograr tener orgasmos múltiples, vaginales y clitorianos. ¡Qué más dicha que eso!
6. Como ya lo mencioné, el orgasmo otorga poder, conexión, conocimiento autogestivo en cada mujer y esto es la joya más preciada para nosotras. Podemos descolonizar nuestro cuerpo y nuestro placer porque efectivamente, el placer es nuestro, es mío, es tuyo, de nadie más.

¡Felices orgasmos, mujeres poderosas! ¡A practicar, a tocar y a aprender!